Para este piso, la intención era crear un ambiente moderno, elegante y sofisticado. Para lograrlo, se optó por una paleta de colores neutros y oscuros, lo que permitió resaltar el mobiliario y generar contrastes visuales impactantes. En las paredes, se emplearon tonos neutros como blanco roto, gris claro y beige, para dar una sensación de amplitud y luminosidad. Esto creó un lienzo en blanco que realzó la belleza del mobiliario y la decoración. Los muebles y accesorios se seleccionaron siguiendo un diseño minimalista y contemporáneo. La iluminación también jugó un papel esencial en el diseño del ambiente. Se optó por lámparas modernas y focos empotrados que realzaran las zonas clave y crearan una atmósfera acogedora en la noche. En cuanto a la decoración, se incorporaron obras de arte contemporáneas y elementos decorativos sutiles pero impactantes, como cojines y alfombras con texturas y espejos de diseño geométrico.